A partir de ahora, las personas que perciban la prestación por desempleo deberán presentar anualmente su declaración del IRPF. Cuando la entidad gestora detecte que no se ha cumplido esta obligación, suspenderá el pago de la prestación. Esta nueva obligación es independiente de las rentas anuales percibidas y de si existe o no obligacion de declarar según las reglas de IRPF. |
En cualquier caso, la no presentación de la declaración sólo afecta al derecho de percibir la prestación por desempleo. Si el contribuyente no ha superado los límites de rentas que obligan a declarar, Hacienda no podrá imponerle sanción alguna.